MITOS Y CREENCIAS SOBRE ANFIBIOS Y REPTILES EN VILLENA Y ALREDEDORES

 

El Jueves 20 de Junio del 2024 a las 19:30 di una charla en el ATENEO cultural de los Verdes sobre los perjuicios que algunas personas le tienen a los Anfibios y Reptiles en Villena y sus alrededores. Esas creencias seguramente serán o bien sugestionadas por  alguna otra persona de su entorno, por creencia propia o por alguna religión.

Esto mismo lo dejo aquí para los que no pudieron asistir y les interesaba este tema. 

 Mi nombre es Salvador Albert y vengo a hablaros de los distintos mitos que han ido llegando a mí sobre anfibios y reptiles comunes en Villena y alrededores.

Soy aficionado a la observación de fauna y flora, y en algunas ocasiones caminando con familiares y amigos me proponían que debería de organizar varias historias y compartirlas aquí con vosotros y vosotras.

No tengo estudios oficiales sobre biología o ciencias ambientales, pero el interés que tengo por la tierra que habitamos, todos los libros que he podido leer y muchas horas de caminatas parando a observar y capturar instantes me han aportado algo de conocimiento sobre la fauna la flora y el entorno de Villena y sus alrededores. 

Escogí mitos sobre anfibios y reptiles porque son animales a los que se les atribuyen efectos negativos desde la antigüedad cuando en realidad suponen un elemento fundamental para el equilibrio de los ecosistemas.

Los sapos, al ser considerados feos debido a su piel verrugosa y saber que su cuerpo contiene toxinas se han usado desde en conjuros y brujería. Lo mismo que sucede con la salamanquesa que se convirtió en un ingrediente básico de pócimas y brebajes mágicos o curativos. O la serpiente, que en occidente se relaciona con la tentación, el pecado y el mal, todos conocemos la historia de Adán y Eva. Por el contrario, en oriente es un símbolo de conocimiento, transformación y sabiduría. De hecho, una serpiente enroscada en una vara ha sido tradicionalmente el símbolo de la salud. 

A continuación, os presentaré creencias y mitos sobre estos anfibios y reptiles que he ido conociendo a través del boca a boca. Para mí esto es un reto, puesto que nunca me he enfrentado a un presentación de este tipo, así que os pido paciencia y espero que disfrutéis tanto como yo preparándola.

                                                              MITOS Y CREENCIAS 

                                                                        SAPOS

Uno de los animales sobre los que más mitos he escuchado es el sapo. Todavía hoy en día existe la creencia de que los sapos escupen o de que si los tocas te pueden salir verrugas. Algunos de mis amigos dicen que los han visto escupir y, seguramente, lo que vieron fue al sapo capturando algún insecto, pues su método de caza es proyectar su lengua larga y pegajosa para atrapar su comida. 

Un conocido me conto que en una ocasión trabajando en el campo cogió con las manos un sapo para apartarlo y que, sin darse cuenta, el sapo le escupió en la cara y al cabo de un tiempo se le hincharon los ojos. En esta ocasión, seguramente, lo que ocurrió es que al tocar al sapo y no lavarse después las manos, pudo tocarse la cara con las manos para limpiarse el sudor y las armas de defensa del sapo hicieron su efecto. Los sapos cuentan con unas glándulas, que también son confundidas con verrugas, que segregan un líquido viscoso, este líquido sirve como protección ante sus depredadores y, además, evita que su piel se seque. 

También conto un amigo que el perro de su padre falleció porque un sapo le escupió mientras lo olisqueaba. Supongo que el pobre perro intentó comerse al sapo y se envenenó con el efecto tóxico de esta sustancia que segregan.

Cuando estaba en el colegio, recuerdo que en unas clases de naturaleza algunos alumnos llevamos sapos, arañas y algunos animales más, y los pusimos en unos recipientes de cristal grandes para examinarlos. Don José Luis, nuestro profesor, estaba explicando alguna lección cuando el sapo comenzó a lanzar su lengua intentando capturar la araña que estaba en el recipiente de al lado. En ese momento, muchos compañeros comenzaron a gritar que el sapo estaba escupiendo. Don José Luis explicó lo que estaba pasando y aunque algunos lo entendieron perfectamente, otros prefirieron seguir recordando la advertencia de sus abuelos, que decían que no se acercaran a los sapos porque podían escupirte y dejarte ciego. 

Estas creencias sobre el sapo pueden venir inspiradas por fábulas como la de la luciérnaga y el sapo, que dice lo siguiente: "Brillaba en una floresta/durante la noche sombría./La luciérnaga modesta/que ignoraba su lucía./ Envidioso de su brillo/cierto sapo que la vio./Fue y escupió al gusanillo/veneno que lo mató./¿Por qué? Exclamó falleciente/a un desvalido matar/Y escupiendo nuevamente./Dijo el Sapo ¡no brillar!"

Muchos fueron los que en aquella época pudieron leer esta fábula siendo escolares.

La realidad:  El método de caza de los sapos es proyectar su lengua  larga y pegajosa.

Los sapos cuentan con glándulas, que también son confundidas con verrugas, que segregan un liquido viscoso que les sirve como protección ante sus depredadores y, además, evita que su piel se seque. Esta sustancia es tóxica.

                                            LA RANITA DE SAN ANTÓN
Las ranas también tienen sus historias, mi vecina Ana María me contaba que si metías una ranita de San Antón (Hyla arborea) en una jaulita y le ponías un recipiente con agua y una escalera podías predecir si iba a llover cuando la ranita subía las escaleras. Lo cierto es que estas ranas buscan nuevos hábitats durante las lluvias, mientras que en la época seca se quedan en su charca para no secarse. 

La ranita de San Antón (Hyla arborea) ocupa el centro, oeste y norte de la Península. En el este, el límite de su presencia se ubica en Albacete, donde son escasas. La rana meridional (Hyla meridionalis) se extiende por Castilla-La Mancha, no estando muy segura su presencia en Albacete.

Quizá cuando fallaban las predicciones era porque no se estaba usando la rana adecuada.

La ranita de San Antón (Hyla arborea) ocupa el centro, Oeste y norte de la Península. En el Este, el límite de su presencia se ubica en Albacete, donde son escasas. La rana meridional (Hyla meridionalis) se extiende por Castilla-La Mancha, no estando muy segura su presencia en Albacete.

Quizá cuando fallaban las predicciones era porque no se estaba usando la rana adecuada.

                                                               LAGARTIJAS


Otras teorías que muchas veces habréis escuchado dicen que cuando las lagartijas se desprenden de su cola (autotomía o autoamputación) es para insultarte a ti o a Dios. También se creía de estos reptiles que tienen propiedades curativas, pues se dice que si frotas una de ellas en una verruga, esta se secará y se caerá.
La  autotomía o autoamputación es un método de defensa que tienen algunos reptiles y que consiste en desprenderse de parte de su cola, la cual se mueve muy rápido para distraer a su atacante y así poder huir.

                                       SALAMANQUESA COMÚN (Tarentola mauritanica) 


La salamanquesa, por su parte, carga con la idea de que es venenosa para nosotros. Comiendo en el descanso con un compañero de trabajo, vecino de Yecla, me comentaba que en una ocasión estaba haciendo una gachamiga y cuando la tenía casi terminada, cayó dentro de la gachamiga una panartesa. Dice que la sacó de allí muy rápidamente, pero ya estaba casi muerta y dice que le dio mucho coraje porque al ser tan venenosas, tuvo que tirar la gachamiga y empezar de nuevo para evitar que se intoxicaran todos los comensales.

Yo le pregunté qué era una panartesa y me dijo que es "eso que parece una lagartija que va por las paredes, tiene escamas grandes y es venenosa", le dije: "una salamanquesa" y me respondió "sí, eso". Después me explicó que en Yecla se le llama panartesa porque se decía que "si te pica la salamanquesa ya no comes más pan de tu artesa" y de ahí quedó el nombre de panartesa y la creencia de que son venenosas. 

En Pinoso y en Monóvar se les llama dragonet, unos dicen que son venenosas y otros dicen que no, igual que sucede en Villena, pero los que las tienen en sus campos suelen dejarlas porque saben que se comen las moscas y otros insectos, y que son inofensivas. Aunque tengo un amigo que por más que insisto en que son inofensivas las sigue matando en su casa de campo por si acaso, porque ya decía su padre que las salamanquesas son venenosas. 

Además de creer que son venenosas, en otras regiones también se afirman todo tipo de cosas, como que si te escupen te dejan calvo o ciego si te cae en los ojos, o que devoran la ropa de los armarios. Más bien, lo que harían sería acabar con las polillas, que esas sí dañan los tejidos.

Esto es una opinión mía: seguramente lo que ellos veían era a la salamanquesa entrar al armario tras la polilla, pero cuando abrían el almario la salamanquesa ya se avía comida al insecto y solo quedaba la pobre salamanquesa a quien echaban la culpa de comerse la ropa, (alguien tenia que cargar con la culpa😒)  

Sin duda, lo que destacaría de la salamanquesa es su capacidad para desplazarse por superficies verticales completamente lisas. En el año 2000 se descubrió que cada una de sus patas están recubiertas por láminas que contienen medio millón de finas vellosidades de queratina. También descubrieron que las patas cambian su ángulo y disposición de forma muy precisa. De este modo es la geometría lo que permite a la salamandra aguantar todo su cuerpo con un solo dedo. La fuerza de cada vellosidad es minúscula pero el efecto acumulativo es enorme. 

Inspirándose en la salamanquesa, en los últimos años se han creado cintas adhesivas que se pueden usar una y otra vez porque no son pegajosas, técnicas quirúrgicas para reparar vasos sanguíneos, o robots capaces de desplazarse por cualquier superficie.

                                                                     GALLIPATO

En la misma conversación que tuve con mi compañero de Yecla sobre la salamanquesa, intervino otro compañero de Almansa, y dijo que "el que sí es venenoso es el sapotiro", otra vez pregunté qué era eso. En este caso, me dijo que es como una lagartija pero que es grande y tiene la piel como el sapo, que se mueve lenta y sale cuando llueve. A continuación, busqué en San Google "gallipato" y le pregunté si se refería a eso. Me dijo que sí. En otros momentos, he preguntado a vecinos almanseños, y me confirmaron que en Almansa hay quien lo llama gallipato, pero también quien lo llama sapotiro, o algo así.  
                                                   LAGARTOS O ARDACHOS 

Con los lagartos o ardachos nos referimos al lagarto ocelado ocelado y al lagarto bético (Timon lepidus) (Timon nevadensis), que tampoco se escapan de algunas barbaridades que se le asocian.

Los padres de dos de mis amigos decían que la mordida de estos lagartos era tan fuerte que una vez uno de ellos dejó la marca de sus dientes en el hierro de su legón, el otro nos dijo que vio cómo un ardacho dejó sus marcas en los raíles de un tren de un mordisco. Yo no sé si ellos lo decían de verdad o no, pero más tarde se lo escuché decir a más gente y resulta que este mito estaba muy extendido por toda la provincia de Albacete, Alicante y Murcia.

También he escuchado que se habían visto ardachos muy grandes, casi negros y con pelo, seguramente lo que vieron fue los restos de la piel que al mudarla se le quedo algún resto confundiéndolo con pelos

Otra creencia sobre los lagartos es que si orinabas sobre ellos se movían como si estuviesen borrachos. Esto me lo contó un amigo de la infancia, y mucho más tarde, también un compañero de trabajo de Yecla. 
pienso que para que la orina afectase al lagarto "eso si este se dejase" que ya debería ir cargadito de tintorro 😂.

Estas creencias vienen de mucho tiempo atrás, ya en el bestiario medieval se recogía que la sangre de los lagartos curaba las grietas de las pezuñas de las caballerías. Parece que cogían al lagarto y le cortaban la cabeza, la sangre que brotaba se utilizaba para restregarla por las pezuñas de los caballos.

                                                      CULEBRAS Y SERPIENTES


De estos animalitos he escuchado decir de todo. Por eso, gran parte de esta presentación la ocupan los mitos sobre culebras y serpientes. 

En una ocasión, estando en casa de unos vecinos, vi que tenían una muda de serpiente en la repisa de la chimenea y pregunté por qué la tenían ahí, y me dijeron que la tenía su abuelo porque cuando le dolía la cabeza se la ponía debajo de la gorra y así se le calmaba el dolor.


Otras historias que me han contando en primera persona varios conocidos hablaban de que las serpientes podían hipnotizar si las miras fijamente a los ojos. Pepe, el caudetano, me contaba que cuando él era cazador se quedó mirando a una gran serpiente y, cuando la tenía a tiro con la escopeta, la serpiente se levantó y lo miró a los ojos, dejándolo inmóvil sin poder apretar el gatillo. Un compañero que lo vio fue para ver qué había pasado, al tocarle el hombro Pepe se despertó, pero la serpiente ya no estaba.

Mi vecina Ana María, que ya la he nombrado hablando de la Ranita de San Antón, me contaba que una vez paseando por el campo con su marido Paco vieron un pajarito que estaba volando y, de repente, calló cerca de un arbusto, se acercaron a la zona para buscarlo y se dieron cuenta de que se lo estaba comiendo una serpiente. Ana María me decía que la serpiente había hipnotizado al pajarito para atraerlo hacia ella y así poder comérselo. Yo siempre he pensado que lo que vieron fue a un pajarito defendiendo a sus crías, por eso se dejaba caer, para atacar a la serpiente cuando esta se estaba comiendo a sus crías.

Un amigo de mi hermano mayor también me contó una historia sobre serpientes, esta vez me explicaba que cogiendo setas en las choperas de casa Zúñiga vio una serpiente muy grande y negra, que tenía pelos en el lomo, y como tenía mucho miedo a las serpientes salió corriendo olvidando allí la cesta con las setas. Seguramente lo que vio fue una culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) cambiando la piel, y esos pelos que vio serían los restos de piel que se le quedaron enganchados. Desde luego, el miedo no suele dejarte ver con claridad. 

Otra historia de grandes serpientes, me la contó el padre de dos amigos, él trabajaba como Guardia Forestar en  Villar de Chinchilla. Pepe me contó que una serpiente enorme le dio una paliza. Decía que él intentó escapar, pero que no podía porque la serpiente lo alcanzaba muy rápido y que además le daba latigazos con la cabeza, dice que consiguió escapar de ella porque corrió a través de los surcos del campo labrado. Me aconsejó que si alguna vez me perseguía una serpiente no corriese en el sentido de los surcos porque por ahí las serpientes se mueven muy rápido y si las haces subir y bajar por los surcos se deslizan más lento. 

Mientras Pepe me contaba esto, su mujer me confirmaba lo que había pasado y añadió que estuvo tres días en cama a causa de las magulladuras. No sé hasta qué punto todo esto fue verdad o lo exageraron un poquito. Supongo que el hombre sufriría alguna caída, sigo con la duda. 

Como veis, las serpientes siguen cargando con muchos estigmas, y lo que no escuchamos con tanta frecuencia es su importancia para evitar la propagación de enfermedades transmisibles al ser humano y el efecto controlador de las plagas que suponen para los cultivos, debido a que su base alimentaria está conformada por ratos, ratones o topillos. 

                                               La víbora y la culebrilla de agua

Todos habremos escuchado alguna vez aquello de que si la víbora viera y el sacre oyera no habría quien al campo saliera.

Del sacre se decía que era sordo y por eso, muy agresivo. Todavía no sé de dónde viene la palabra sacre, algunos me dijeron que el sacre es el macho de la víbora y que en la época de apareamiento se volvía muy agresivo.

En nuestra zona habita la víbora hocicuda (Vipera latastei), aunque hoy en día quedan muy pocos ejemplares, pero antiguamente se decía que las había en abundancia en la huerta de Villena, he de decir que seguramente lo que abundaba en la huerta era la culebrilla de agua (Natrix maura), que tiene un mimetismo batesiano. Esto se da cuando una especie totalmente inofensiva se parece a otra mucho más agresiva y peligrosa para así confundir a sus depredadores.


La culebrrilla de agua también ensancha su cabeza y se lanza como si fuse a morder para así parecerse todavía más a una víbora. Sin embargo, lo único que hace es darte un toque. Esto en la mayoría de los casos ha sido su perdición, pues al confundirla con una víbora, hay quien con tan solo verlas, las matan. 

En una ocasión, el padre de un amigo de la infancia que llegaba a casa de su bancal, nos dijo que acababa de matar a una víbora al lado del canal de riego, yo quería verla porque nunca había visto una, así que nos montamos en las bicicletas y fuimos al bancal, que estaba entre el colegio Joaquín María López y el Molinico. Cuando llegamos sí que estaba la serpiente muerta, pero no era una víbora, se trataba de una culebrilla de agua (Natrix maura). 

Cuando yo era niño tenía en casa varios ejemplares de esta especie Natrix maura y cada una tenía un carácter, Una era muy agresiva y rápidamente te atacaba, pero se le pasaba el enfado pronto, otra odiaba que la cogieran y siempre se quería escapar de las manos, y por último, mi favorita. A esta última la llevaba en el bolsillo de la camisa y ahí se quedaba, de vez en cuando asomaba la cabeza para observar, pero si veía a alguien acercándose se escondía de nuevo. Las tres fueron criadas por mi desde muy pequeñas.

                                                             Las culebras lactantes 
en la imagen Culebra de herradura entrando en casa de un amigo que me llamo para preguntar si es venenosa y que hacer con ella, mi respuesta fue que la dejase tranquila que no es peligrosa y que seguramente por las fechas cara a invierno se quedaría hasta que llegase el buen tiempo y que seguramente se iría de allí, ya no la á vuelto a ver más.   

Virtudes, una mujer mayor que fue mi vecina, me contaba que a otra vecina del barrio se le estaba quedando muy flaco el bebé que acababa de tener y que descubrieron que la causa de ello era que todas las noches una culebra entraba a su casa y le ponía la punta de su cola en la boca al bebe a modo de chupete para que no llorara, y mientras la culebra mamaba del pecho de la madre. Virtudes me dijo que cuando mataron a la culebra, el niño comenzó a engordar. Esto mismo ya me lo había contado mi abuela y mi madre sobre una vecina que tuvieron cuando vivían en Pinoso. 

En otra ocasión, estando en Elda con un compañero de trabajo que vive en Casas del Señor, una pedanía de Monóvar, lo llamó su madre y le dijo que cuando iba de camino a comprar el pan salió "una serp molt gran de la baldosa", y que al verla, la serpiente se escondió en un agujero de la baldosa. Abel le decía a su madre que si se había escondido no tardaría en irse de allí y la tranquilizó. 

Al día siguiente, la madre de mi compañero lo volvió a llamar, y esta vez le dijo que la serpiente estaba fuera del agujero de la baldosa y que al verla, la serpiente se elevó mirándola y que se asustó mucho, así que llamó a los vecinos y la serpiente, de nuevo, se escondió. 

En ese momento, me ofrecí a ir con él para cogerla y poder llevarla fuera del pueblo. Media hora después, su madre volvió a llamar diciendo que ya habían matado a la serpiente porque algunos vecinos decían que era un peligro. Parece que unos dijeron que estaba allí para comerse a los gatos y otros también afirmaron que quería mamar de una chica que estaba amamantando a un bebé. 

Por cómo me describió mi compañero a la serpiente al día siguiente, deduje que se trataba de una hembra de culebra bastarda y que se elevó delante de su madre para observar mejor lo que ocurría a su alrededor, sin intención de hacerle daño. La pobre serpiente seguramente pasó más miedo que la madre de mi compañero. 

Estas son algunas de las creencias que he escuchado a lo largo de mi vida sobre todos estos animales con habilidades espectaculares, y que todavía a día de hoy siguen sufriendo el estigma que se va trasladando de generación en generación. 

Sin embargo, son animales especialmente beneficiosos para el medio ambiente y para la agricultura, por ejemplo, las salamanquesas comen una cantidad de moscas y mosquitos que de no ser por ellas se podrían convertir en una plaga, la culebra de herradura entra en las casas en busca de los roedores que allí habitan y lo mismo ocurre con otras culebras que se alimentan de ratas o topillos que podrían causan grandes pérdidas en cosechas y graneros.

Quiero agradecer a todas las personas que asistieron, y al equipo de Los Verdes por permitirme estar en este espacio.
también agradezco a Mirian Albert quien me presento en esta charla, y a mis hijas Nati y Esther que también me ayudaron en esté evento. 

Espero que os guste.  







 


2 comentarios: